Te Damos la Bienvenida
al grupo Comedores Compulsivos Anónimos (CCA) HAY UNA SOLUCIÓN,
si has llegado por primera vez en búsqueda de información y ayuda:
Gracias por venir a nuestra confraternidad , nos alegramos de que estés aquí.
Esperamos que te quedes con nosotros y que asistas a las diferentes reuniones que ofrecemos para ver si esta confraternidad es lo que buscas y quieres.
Aquí estamos todos para ayudarnos mutuamente y darnos apoyo.
Junto con el Poder Superior y nuestra comunidad, podrás hacer lo que nunca hiciste sola/o.
Funciona si lo trabajas.
¡BIENVENIDO A CASA! ¿Alguna vez has querido perder cinco kg? ¿Diez? ¿Veinte kg? ¿Cincuenta? ¿Alguna vez has deseado no recuperarlos una vez perdidos? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez te has sentido desconectado del mundo, como un huérfano sin un lugar al que pertenecer de verdad? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has deseado que tu familia se fuera al trabajo o al colegio para ponerte a comer? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez te has despertado a primera hora de la mañana y te has sentido feliz al recordar que tu golosina favorita te esperaba en la nevera o en la alacena? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has mirado las estrellas y te has preguntado qué hace una persona tan insignificante como tú en el mundo? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has cocinado, comprado o cocinado para tu familia y luego te lo has comido todo para no tener que compartir? En OA te conocemos porque somos tú. ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has querido esconderte en casa, sin ir al trabajo, sin asearte o ni siquiera vestirte, sin ver a nadie ni dejar que nadie te viera? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has escondido comida bajo la cama, bajo la almohada, en un cajón, en el baño, en la basura, en el cesto de ropa sucia, en el armario o en el coche, para poder comer sin ser visto? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has estado enfadado, resentido, desafiante –hacia Dios, tu pareja, tu médico, tu madre, tu padre, tus amigos, tus hijos, los empleados en las tiendas cuyas miradas lo decían todo mientras te probabas ropa–, porque eran delgados, porque querían que tú estuvieras delgado, y porque estabas forzado a estar a dieta para agradarles o callarles o para que se comieran sus palabras y miradas? Te damos la bienvenida a OA; ¡bienvenido a casa! ¿Alguna vez has aprovechado la oscuridad de la noche para llorar a moco tendido porque nadie te quería o te entendía? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has sentido que Dios (si es que Dios existe) cometió el mayor error creándote? ¿Puedes ver que aquí es donde cambian esos sentimientos? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has querido subirte a un autobús y simplemente has seguido andando, sin mirar atrás ni una sola vez? ¿Lo has hecho? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has pensado que el mundo es un desastre, y que, si tan solo los demás pensaran y actuaran como tú, todo iría mucho mejor? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has pensado que la gente de OA debe estar un poco loca?, ¿que puede que ellos sean comedores compulsivos, pero que tú solo tienes un problema de peso del cuál te puedes encargar a partir de mañana?, ¿que tal vez ellos estén a un bocado de un atracón, pero que tú solo tienes un poco o bastante sobrepeso? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez le has contado a todo el que te oyera lo genial, talentoso, inteligente o poderoso que eres, sabiendo todo el tiempo que nunca lo creerían, porque tú no lo crees? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has bajado de peso y te has encontrado delgado e infeliz en vez de gordo e infeliz? ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa! ¿Alguna vez has llevado una máscara, o cientos de máscaras, porque estabas seguro de que si compartías quien eres en realidad, nadie podría amarte o aceptarte? Te aceptamos en OA. Aquí tienes una casa. Comedores Compulsivos Anónimos os extiende a todos el regalo de la aceptación. No importa quién seas, de dónde vengas o a dónde vayas, ¡aquí eres bienvenido! No importa qué hayas hecho o dejado de hacer, qué hayas sentido o dejado de sentir, dónde hayas dormido o con quién, a quién hayas amado u odiado, aquí puedes estar seguro de que te aceptamos. Te aceptamos tal y como eres, no como serías si te fundieras, moldearas y tomaras la forma de lo que otras personas piensan que deberías ser. Solo tú puedes decidir qué quieres ser. Pero te ayudaremos a trabajar hacia los objetivos que te propongas, y cuando lo consigas, lo celebraremos contigo. Cuando tropieces, te recordaremos que no somos fracasados solo porque a veces fracasemos. Extenderemos nuestros brazos con amor, y estaremos a tu lado mientras te levantas y te pones nuevamente en marcha hacia donde te encaminas. Nunca más tendrás que llorar a solas, a no ser que lo elijas. A veces no conseguimos ser todo lo que deberíamos ser, y a veces no estaremos ahí para darte todo lo que necesitas de nosotros. Acepta también nuestra imperfección. Quiérenos y ayúdanos cuando caigamos en nuestros fallos. Eso es lo que somos en OA, imperfectos, pero lo intentamos. Celebremos juntos nuestro esfuerzo y la certeza de que podemos tener un hogar, si lo queremos. ¡Bienvenido a OA; bienvenido a casa