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Semana UNO – PASO 1, Parte 1 de 2
La Alergia del Cuerpo

EL GOLPE DOBLE

Esta semana estaremos estudiando la primera parte del 1er. Paso: La Alergia del Cuerpo.

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El enfoque del Libro Grande (o Libro Azul) en el Paso 1 es lo que el doctor William Slikworth, el médico que escribió las dos cartas encontradas en el capítulo de La Opinión del Médico, le llamaba “El Golpe Doble”

 En pocas palabras tenemos una anormalidad del cuerpo. Él le llamó a esto una alergia del cuerpo. Lo que significa que una vez que comenzamos a comer cierto tipo de alimentos o a disfrutar de ciertos comportamientos alimenticios, desarrollamos antojos que nos dominan; desarrollamos un deseo imperioso.

Además tenemos una anormalidad en la mente. A esto él le llamó la obsesión mental; lo que significa, que incluso si dejamos de comer estos alimentos por mucho tiempo, o si dejamos de caer en estos comportamientos compulsivos, nuestra mente eventualmente nos va a persuadir de que podemos volver a comer esos alimentos y a disfrutar de esos comportamientos compulsivos. Por lo tanto no podemos parar una vez que empezamos a comer y esta es la alergia que crea el deseo imperioso. Y la segunda parte, no podemos evitar empezar de nuevo por la obsesión de la mente que regresa. Por lo tanto estamos en un círculo vicioso.

Esta es la explicación para las personas que hacen dietas y están bajando y subiendo de peso, y para toda la desesperación que traemos a CCA cuando llegamos.

A menudo se dice que los alcohólicos pueden dejar de beber, pero que los comedores compulsivos no pueden dejar de comer.

Desde la perspectiva del Libro Grande (o Libro Azul) esto no es correcto. Los alcohólicos tienen que beber, pero no beben alcohol. Los comedores compulsivos tienen que comer, pero no pueden comer los alimentos que son compulsivos para ellos y tampoco pueden disfrutar de los comportamientos alimenticios que les crean el deseo imperioso.

La principal diferencia entre el miembro de AA y el miembro de CCA es que todo el mundo en AA sabe que el alcohol es el ingrediente que los alcohólicos no pueden beber, mientras que en CCA diferentes personas pueden tener diferentes alimentos que no pueden comer y diferentes comportamientos alimenticios que no pueden disfrutar.

Esto es parte del trabajo del Paso 1, que cada individuo debe descubrir.

PASO UNO

Admitimos que éramos impotentes ante la comida, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables. 

              El Principio del Primer Paso – HONESTIDAD 

Semana Uno

Paso 1: parte 1 de 2  

La Alergia del Cuerpo

Agradezco poder hacer este estudio de los Pasos.

Éste es un estudio de los Pasos práctico. Está diseñado para seguir las instrucciones para la recuperación del comer compulsivamente del Libro Grande de A.A. y para mantener esta recuperación un día a la vez por el resto de nuestras vidas.

Estaré mostrándoles lo que pienso son las directrices para trabajar los Pasos como se encuentran en el Libro Grande de A.A., pero no voy a repetir lo que ya está escrito y no voy a referirme al libro como tal.

EL ENFOQUE DEL LIBRO GRANDE

El Libro Grande garantiza que encontraremos la recuperación al final del Noveno Paso y que la mantendremos haciendo los Pasos Diez, Once y Doce. Recuperación significa que hemos tenido un cambio en la personalidad necesario para dar lugar a la recuperación del comer compulsivamente. Recuperación significa mantener sano juicio con respecto a la comida. Recuperación significa ser capaz de estar cerca de las comidas que nos atraían y no querer consumirlas porque claramente son un veneno para nosotros. Recuperación significa estar libre de la esclavitud a la comida.

Ya sea que hayas estado abstinente por un día, o que hayas estado abstinente por muchos años, si algunas comidas te resultan atrayentes, si mantienes un plan de alimentos porque te aferras con las uñas a él, entonces no te has recuperado según la definición del Libro Grande de AA.

Puesto que los Pasos prometen esa clase de recuperación, quizá deberías considerar hacer los Doce Pasos de una manera diferente.

Si por otro lado, tienes la clase de recuperación que te permite tener neutralidad en lo referente a la comida, entonces ¿por qué cambiar? ¡Puedes dejar de escuchar o detener la lectura ahora!

Bien, puedes seguir leyendo para saber si estas instrucciones para hacer los Pasos te hacen más fácil llevar el mensaje a otro comedor compulsivo que aún sufre.

ESTE ESTUDIO DEL LIBRO GRANDE.

Pasaré dos semanas en el Paso Uno, una semana en el Paso Dos, una en el Paso Tres, tres semanas en el Paso Cuatro, una semana en el Paso Cinco, Seis y Siete, una semana en los Pasos Ocho y Nueve. Si sigues las indicaciones que considero están contenidas en el Libro Grande, dándote dos semanas para hacer las reparaciones que puedes hacer, te habrás recuperado para la semana diez u once. Luego pasaré una semana respectivamente en el Paso Diez, Once y Doce; cómo mantener y aumentar la condición espiritual.

PASO UNO, PARTE UNO

NO PODEMOS PARAR DE COMER UNA VEZ QUE COMENZAMOS.

La primera parte del Paso Uno es admitir que somos impotentes ante la comida. La segunda parte (discutida la próxima semana) será admitir que no podemos manejar nuestra alimentación.

Hay dos subsecciones al admitir que somos impotentes ante la comida:

– Subsección (A) es admitir que nuestros cuerpos son anormales en cuanto a qué tenemos antojos, ansias y deseo imperioso que son incontrolables cuando comemos ciertos alimentos o realizamos ciertas conductas alimenticias.

– Subsección (B) es ser honesto respecto a la naturaleza de esta anormalidad al admitir qué comidas o conductas de alimentación nos causan antojos incontrolables o, como lo llama el libro, el deseo imperioso.

La primera parte del Paso Uno, entonces, es darnos cuenta de que no podemos detenernos una vez que hemos comenzado a comer compulsivamente por causa del deseo imperioso que tenemos, y comprender qué causa esos antojos incontrolables.

PASO UNO, SUBSECCIÓN A

NUESTROS CUERPOS SON ANORMALES Y DESARROLLAN EL DESEO IMPERIOSO, LOS ANTOJOS Y LAS ANSIAS INCONTROLABLES.

La Subsección A  envuelve la aceptación inequívoca de un hecho claro: nuestros cuerpos son diferentes al de una persona normal. Nuestros cuerpos reaccionan diferentemente a ciertos alimentos y/o conductas. Desarrollamos el deseo imperioso, los antojos y las ansias de comer y no podemos parar una vez que empezamos. Esto explica nuestra historia de comer incontrolablemente una vez que hemos empezado. La gente normal se siente llena y siente disgusto o incomodidad cuando come demasiado, incluso si son comidas que les gustan muchísimo. Nosotros, no. Una vez que hemos comenzado a comer ciertos alimentos o llevamos a cabo ciertas conductas, sentimos una tranquilidad y un bienestar que causan que comamos más; y nuestra experiencia es que no podemos parar una vez que hemos comenzado. No hay que ser un asiduo a los atracones para aceptar esta realidad.

Si estás en este grupo, claramente piensas que tienes alguna clase de problema con la comida. Si te has sentido sobrepasado por la comida. Si alguna vez has comido, has intentado parar pero no has sido capaz de hacerlo. Si te has dado cuenta de que te lo has comido TODO compulsivamente, entonces probablemente deberías pensar en aceptar esta realidad. Esto es lo que el Libro Grande llama tentativamente una “alergia del cuerpo”, una reacción física anormal a una sustancia física. Es parte de nuestra esencia y algo que no podemos controlar. La única solución es la abstinencia de las cosas que nos causan antojos o ansias.

El Libro Grande  claramente dice que la única solución para la alergia física es la abstinencia completa del alcohol. En el caso de la comida es abstinencia COMPLETA de nuestros alimentos alcohol o nuestros alimentos detonadores.

Las conductas alimentarias son también parte de esta alergia; conductas que provocan reacciones anormales. Estas conductas están tan incorporadas a nosotros que no podemos dejarlas. Como si fueran físicas y no mentales; se han convertido en parte de nosotros.

¿Qué comidas y qué conductas alimentarias causan estos incontrolables antojos, o este deseo imperioso?

Esto requiere un análisis de nuestra alimentación. Un examen honesto

DESCUBRE TUS ALIMENTOS DE ATRACONES:

¿Cuáles son tus alimentos favoritos?

¿Cuáles alimentos no puedes imaginar dejar?

¿Cuáles alimentos comes realmente hasta que no queda nada?

¿Cuáles alimentos comes mientras estás pensando “¡debo dejar de comer esto!” pero no lo dejas?

Si tienes sobrepeso, ¿qué alimentos no nutritivos hipercalóricos comes en exceso?

Recuerda que el azúcar refinado tiene muy poco valor nutricional, y la grasa en grandes cantidades es nutricionalmente dañina.

Sabes perfectamente bien cuáles son estas comidas problema, ¿no es cierto? ¡Admítelas!

DESCUBRIENDO LOS INGREDIENTES DE LA COMIDA DE ATRACONES:

¡No pares! Hay más por hacer… Revisa tus listas de comidas.

¿Hay ingredientes comunes en TODAS esas comidas?

Mira cuidadosamente la lista de ingredientes. Puedes sorprenderte por lo que hay en algunos alimentos.

No hagas hipótesis sobre cuál es tu problema particular hasta que veas la lista completa. Puedes encontrar un ingrediente en común que NO es el que considerabas tu problema, por ejemplo, puedes pensar que el azúcar y la harina son tu problema, pero cuando ves tus comidas de atracones, puede que no sólo incluyan masas y helado de crema, sino también papas fritas. El único ingrediente en común de TODA esa lista es la grasa.

Cuando mires la lista de comidas, ¿son los alimentos mismos o lo que les pones para darles sabor lo que hace una diferencia?

Los alcohólicos saben a qué son alérgicos: el alcohol. La experiencia de Comedores Compulsivos Anónimos, como se expresa en la conciencia de grupo a nivel mundial, es que cada comedor compulsivo debe descubrir cuáles son sus propias alergias.

Para más información consulta el panfleto de CCA  titulado “La Dignidad de Elegir”.

PASO UNO, SUBSECCIÓN B

LAS COMIDAS Y CONDUCTAS ALIMENTARIAS QUE NOS CAUSAN ANTOJOS O DESEO IMPERIOSO:

La segunda subsección de la primera parte del Paso Uno incluye analizar las propias anormalidades del cuerpo. Cada uno debe buscar dentro de sí con honestidad para descubrir exactamente.

Por ejemplo, ¿es el pan un problema, o lo que le pones al pan? ¿Es la pasta tu problema, o es la salsa que le pones?

Con respecto a tus platillos favoritos, imagina quitar un ingrediente a la vez. ¿Cuál es el ingrediente que repentinamente hace que pierdas el interés en ese platillo? O imagina sustituir un ingrediente por otro, como harina integral por harina blanca, o edulcorante artificial en vez de azúcar. ¿Cuál es el sustituto que repentinamente te hace perder el interés en ese platillo?

Una vez que encuentras un ingrediente en particular, imagina comer ese ingrediente solo, sin agregar nada, sin mezclarlo con nada. Imagina comer un saco de azúcar o un saco de harina, o una barra de mantequilla. ¿No podrías comer nada de esto?, o ¿podrías comer parte de esto?, ¿o tal vez podrías comer todo esto? Claramente el ingrediente que podrías comerte en su totalidad es un ingrediente de atracones.

Algunos llaman a esto comidas alcohólicas, pero el autor les dice “comidas de atracón”. De lo que podrías comer algo puede ser un ingrediente de atracones. Aquello de lo que no podrías comer nada puede no ser un ingrediente de la categoría de atracones.

Sé honesto/a contigo mismo/a.

¿Comes generalmente alimentos que llevan salsas, agregados, condimentos que contienen azúcar, o harina, o grasa, o una combinación de ellos?

¿El sabor es un tema para ti?

Ahora vamos a hacer la transición a las conductas alimentarias

Examinando tus listas de alimentos, ¿hay horas o situaciones particulares, stress por ejemplo, cuando un alimento predomina sobre los otros?

DESCUBRIENDO TUS CONDUCTAS ALIMENTARIAS DE ATRACÓN:

 Problemas con hábitos y volumen.

¿Hay conductas de masticación particulares que notes?

¿Necesitas masticar algo todo el tiempo?

¿Has recibido mucho tratamiento dental porque aprietas las mandíbulas o masticas mucho?

¿Hay texturas de comidas similares dentro de los alimentos que te atraen?

¿Hay horas particulares en las que parece que comerías CUALQUIER cosa, no solo tus comidas de atracones?

¿Hay situaciones particulares en las que parece que comerías CUALQUIER cosa, no sólo tus comidas de atracones? (stress, por ejemplo)

¿Puedes dejar algo en el plato o tienes que comértelo todo?

¿Hay alguna forma de saber, aunque no le pongas atención, cuando tu cuerpo realmente no necesita más comida?

¿Hay alguna conducta que siempre te lleva a comer en exceso que no puedes imaginar dejar?

¿Realmente necesitas sentirte lleno/a todo el tiempo?

FINALMENTE:

Después de que respondas a estas preguntas, estarás preparado para hacer una lista de comidas, ingredientes, y conductas que sabes, en el fondo de tu corazón, te causan antojos o deseo imperioso.

Ese será el principio de un Plan de Comidas. Vas a tener que encontrar una manera clara de abstenerte de comer esos alimentos, ingredientes, o esas conductas. Lo discutiremos en más detalle en las próximas dos semanas. Claramente, encontrar una manera de abstenerse de todas esas cosas requiere mucho pensar. También se necesita la esperanza (ubicada en el Paso Dos) de que en un tiempo razonable desde que empezamos la abstinencia, no regresaremos a esos alimentos/conductas. Estaremos libres de la esclavitud de la comida.

Si quieres, puedes estar abstinente desde ahora, pero voy a sugerir que, si estás empezando los Pasos por primera vez, esperes hasta que discutamos el Paso Dos antes de adoptar un Plan de Comidas. El Paso Uno es sobre impotencia y desesperación. El Paso Dos es sobre Poder y Esperanza.

¡Nos vemos la próxima semana!

Saludos, Lawrie C.

Extraido de http://oabigbook.info/Big%20Book%20Study%20PPX9%202018.pdf 

¿Qué es el Fenómeno del Deseo Imperioso?

Un fenómeno es un acontecimiento inexplicable. Es algo que sucede para lo cual no tenemos una explicación clara. Podemos describirlo, pero no sabemos por qué sucede. El fenómeno del deseo imperioso es un antojo que no se puede explicar, simplemente sucede. Puede haber razones biológicas para el antojo y sabemos que hay mucha investigación sobre porqué algunas personas tienen atracones, pero el concepto del fenómeno del antojo o deseo imperioso pone énfasis en no explicarlo, sino en hacerlo obvio y poderoso. Lo que el fenómeno del deseo imperioso describe es un impulso abrumador por comer más y más.

Yo puedo hablar de mí mismo en ese sentido y la mejor manera es simplemente contar estas partes de mi historia que ilustran el fenómeno del deseo imperioso. De esa manera se pueden descubrir similitudes y claro que habrá diferencias. Los alimentos y comportamientos alimenticios que causan mi deseo imperioso pueden no ser los que causan el tuyo. Pero si eres miembro de Comedores Compulsivos Anónimos apuesto a que has tenido los mismos síntomas. 

Primer Ejemplo:

Esto ocurre en prácticamente todas mis historias. Mi mano está en la comida. Tal vez mi mano está sosteniendo un tenedor o una cuchara con comida, o tal vez está sosteniendo comida sin cubierto. La comida podría ser palomitas de maíz con mantequilla o papas fritas o helado o papalinas. Mi mano se mueve hacia mi boca y me pone la comida en la boca. Y mi mano vuelve a tomar comida y vuelve a ponerla en mi boca. Esto sucede una, y otra, y otra vez. 

Mientras tanto mi mente se dice a sí misma: “Tengo que parar, ¡tengo que parar! Si como más estallaré. Si engordo tendré que comprar ropa nueva. Ya estoy muy gordo, sólo tengo que parar… ¿por qué no puedo parar? Estoy en riesgo de diabetes, ataque cardíaco y presión arterial alta… ¡Tengo que parar!” Pero mi mano sigue trayendo más comida a mi boca.

¿Te suena? ¿quieres desesperadamente parar pero no puedes? ¿Tenías todas las razones del mundo para parar pero no podías? La mano se mantuvo en movimiento hasta que no quedó nada. 

Segundo Ejemplo:

Soy judío, pero soy agnóstico y una de nuestras grandes fiestas de celebración es Hanukkah, el festival de las luces, que se celebra alrededor de Navidad. Se podría llamar fácilmente el festival de la grasa porque la comida que tradicionalmente comemos en Hanukkah es muy grasienta. Mi madre había cocinado un ganso. También panqueques fritos sobre los cuales pusimos salsa de ganso. Bueno, no era salsa de ganso, sólo era la grasa del ganso que había goteado en la sartén. No recuerdo el postre comimos, pero estoy seguro de que fue extremadamente pesado y alto en calorías. 

 Yo estaba totalmente lleno y hasta atorado después de la cena. Los asistentes a la cena se fueron para la sala que estaba a la vuelta de la cocina. Yo me fui a la cocina a tomar una bebida dietética (siempre me ha encantado eso) y vi los huesos del ganso en la tabla de cortar con la piel colgando. Era un ganso tan grasoso que la piel se le deslizaba. A pesar de que estaba completamente lleno y atorado de tanto que había comido, recuerdo que pensé: “bueno, no puedo comer mucho, pero me encanta el sabor de la piel de ganso y no lo comemos tan a menudo así que voy a tomar un bocado.” Recogí toda la piel y le di un pequeño mordisco. Todavía estaba muy caliente por el horno, pero la piel es muy dura  y no podía simplemente cortar un pedazo. Así que puse un poco más en mi boca para encontrar un punto débil. Me quedé ahí y recuerdo de repente darme cuenta de que tenía toda la piel de ganso en mi boca, estaba masticando frenéticamente porque estaba quemándome el interior de la boca. La grasa salía de entre mis labios. Mis mejillas estaban llenas, abultadas. Seguí masticando hasta que toda la grasa se había ido de la piel y luego me tragué la piel de ganso entera. 

Tercer Ejemplo:

Este implica un restaurante de comida muy grasosa en Minneapolis en marzo de 1962 ó 1963. Eran como las seis de la mañana. Acababa de llegar de un viaje en tren nocturno y tenía una espera de dos horas por un autobús para ir a mi Universidad al sur de Minneapolis. Empecé a vagar por la avenida Hennepin que era bastante sucia en esos días. Pasé a un restaurante de esos muy grasosos y sucios que anunciaban un desayuno por 39 centavos con salchichas y tocino, y así entré. El restaurante estaba lleno de gente que claramente había estado despierta toda la noche. Muchos de ellos estaban escupiendo y tosiendo. Me senté en una banca en la barra del restaurante y ordené mi comida grasienta. Estaba ahí sentado comiéndomela y de repente el hombre a mi derecha vomitó en su plato y luego se desmayó. Su cabeza se cayó y se quedó en el plato. 

Esta es la pregunta que podría distinguir a un comedor compulsivo de un comedor normal, ¿qué haría un comedor normal y qué hice yo? Yo le di la espalda al hombre y seguí comiendo. 

En resumen, es perfectamente obvio que reacciono de manera muy diferente a un comedor normal. No puedo parar una vez que he empezado. Las personas normales se detienen cuando están llenos y las personas normales dejan de comer cuando algo sucede que es asqueroso. Incluso cuando las personas normales comen en exceso, al día siguiente no comen mucho. En un momento u otro les llega un malestar o inquietud por comer en exceso y su cuerpo básicamente les dice que se detengan. 

Yo tengo esa sensación con el alcohol: No puedo beber más de un trago. Me tomo una copa de vino o un vaso de cerveza y luego me llega la sensación de que he bebido suficiente. Ese sentimiento no me gusta y entonces me detengo. Los alcohólicos no se sienten así cuando beben, al igual que yo no me siento así cuando como en exceso. 

El Libro Grande comienza a definir lo que es un alcohólico en el capítulo 2 titulado “Hay una Solución” en las páginas 20 a la 24. Ahí, en el Libro Grande se discute al bebedor moderado, al bebedor que bebe en exceso pero que, si tiene una buena razón, puede parar de beber; y luego contrasta estos bebedores con el alcohólico real. El verdadero alcohólico es diferente. El verdadero alcohólico puede ser un bebedor moderado o puede beber en exceso, pero en alguna etapa de su carrera de bebedor comienza a perder todo el control de su consumo de licor una vez que comienza a beber. Esto está en la página 21.

 Esta es la alergia del cuerpo. La falta de control una vez que la sustancia se toma. Este es el fenómeno del deseo imperioso. Observe lo diferente que es esto de la definición convencional y tal vez médica de un adicto donde la cantidad, el exceso es la característica que lo define. El Libro Grande dice claramente que la cantidad no es la característica que define a un alcohólico. La característica que lo define es la incapacidad de detenerse una vez que comienza a ingerir alcohol. 

Para los comedores compulsivos la verdadera pregunta es si tienen el fenómeno del deseo imperioso una vez que empiezan a consumir ciertos alimentos. 

Esto explica porqué algunas dietas y algunos programas funcionan para otros, pero no para personas como nosotros.  Ellos no son comedores compulsivos – al menos no de la manera que el Libro Grande lo define.   Las dietas “regresan” los alimentos de atracón en moderación después de perder peso.  Muchas personas pueden comer esas comidas de atracón con moderación. Pero nosotros no podemos – a nosotros nos despiertan el fenómeno del deseo imperioso.  Hay otro aspecto que es la obsesión mental, y el Libro Grande pasa mucho tiempo discutiendo la obsesión mental. Pero ahora que ya discutimos el fenómeno del deseo imperioso, es hora de abstenerse de esas comidas y comportamientos alimenticios que nos causan deseo.  

Estas son algunas preguntas que necesitamos contestar:

 – ¿Cuáles son mis historias de comer en exceso?

 – ¿Tengo el equivalente de un galón de helado o una piel de ganso o una enorme bolsa de papas fritas y me como todo el recipiente o toda la bolsa?

 – ¿He experimentado momentos en los cuales no importó qué tan grande era mi deseo de parar de comer? No pude parar. 

 – ¿Hay ciertos alimentos que una vez que empiezo a comer me resulta casi imposible parar?

 – ¿Hay ciertos alimentos que no puedo imaginar dejar de comer para siempre?

 – ¿Hay algún patrón de cuándo cómo en exceso? 

 – ¿Hay ciertas horas del día o ciertos tipos de situaciones en las que encuentro que no puedo dejar de comer? 

 Estas son preguntas importantes que necesitamos contestar con honestidad rigurosa.

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